Es mucho más probable que hayas visto a un perro con los ojos de color distinto, que a una persona. Esto es porque la heterocromía, que es como se llama esta curiosa característica, es mucho más común en nuestros amigos de cuatro patas que en nosotros. De hecho, aunque pueda parecer preocupante a primera vista, lo más probable es que no haya ningún motivo de preocupación. En la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con ninguna enfermedad, y no le provoca al perro ningún problema de visión, ni de salud.
La explicación es sencilla: falta de melanina. La melanina, como en los humanos, es el pigmento que le da color a la piel, a los ojos y al cabello. Tener una de estas tres de color claro denota, simplemente, falta de pigmentación. Eso sí, es importante destacar que la melanina protege del sol, así que, si tu perro tiene heterocromía, debes protegerle más de la exposición solar.
Las razas más afectadas por la heterocromía son: antiguo pastor inglés, pastor australiano, dálmata, husky siberiano, pitbull, border collie y gran danés. El del husky siberiano es un caso especialmente curioso, ya que es común que la heterocromía se presente con dos colores en un mismo ojo. Los huskys suelen presentar las distintas variantes: los dos ojos azules, los dos ojos marrones, los dos ojos verdes, un ojo de cada color (uno marrón y otro azul) o dos colores en un mismo ojo (que es el caso más particular y difícil de encontrar).
Los objetivos que queremos conseguir a veces parecen muy grandes, y puede que nos agobien. Por eso, es importante dividir los objetivos en pequeñas tareas, que debemos ir completando antes de pasar a la siguiente. Así, dividimos algo complejo en pequeños pasos, y siempre serás consciente del avance que vas realizando.
A pesar de que, en la mayoría de casos, la heterocromía no tiene nada de preocupante, sí tienes que prestar atención a un par de claves:
Si el perro tiene heterocromía, ha nacido con esta característica. Sin embargo, en algunas ocasiones, con la edad el color de los ojos puede ir variando. En ese caso, si tienes alguna duda, lo mejor es acudir al veterinario, ya que puede ser un síntoma de glaucoma, o un efecto del tratamiento del glaucoma. Hay otras causas que pueden provocar el cambio de color en los ojos, como hemorragias o lesiones oculares, por lo que hay que prestarle atención a estos cambios.
Por otro lado, sobre todo en perros de color blanco, puede presentarse el Síndrome de Waardenburg junto a la heterocromía, una enfermedad que puede traer consigo la sordera. En estos casos, es importante hacer las correspondientes pruebas para descartarlo.
En todo caso, acudiendo con frecuencia al veterinario y prestando atención a lo anterior, tu perro gozará de una salud perfecta.
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Heterocromía en perros, lo que no sabías