Todo amante de la educación infantil conoce el nombre de María Montessori, por su famoso método que, aún a día de hoy, implantan múltiples escuelas en todo el mundo. Pero, ¿quién fue esta gran mujer? ¿En qué consiste su método?

María Montessori, nacida en Chiaravalle en 1870, fundó la primera Casa dei Bambini, en el barrio romano de San Lorenzo, en enero de 1906. Esto supuso un antes y un después en la educación infantil. La revolución de Montessori empezó por poner al niño como protagonista de su proceso educativo, fomentando el autoaprendizaje. Además, impulsó una adaptación de las escuelas a los niños, y no al revés, poniéndolas a su alcance.

En el Método Montessori, los niños se desarrollan con principios como la independencia, la autonomía, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina. Como era de esperar, estos valores no fueron bien recibidos por el sistema autoritario que regía en la Italia fascista, por lo que, en 1933, María Montessori se vio obligada a abandonar el país.

En 1947 regresó a Italia y, esta vez, fue recibida con honores. Su método era ya mundialmente reconocido. Montessori se dedicó, entonces, a reestructurar las escuelas del país y a profundizar en su conocimiento de la infancia.

Murió en 1952, habiéndose convertido en la primera mujer en obtener el título de Doctor en Medicina en Italia. Se especializó en Neurología, y estudió Antropología, Filosofía y Psicología pero, ante todo, dedicó su vida a los niños.


El Método Montessori

Este método busca crear un ambiente ordenado y simple, en el que los elementos están pensados para tener un papel en el desarrollo de los niños. Es importante que los materiales (por ejemplo, juguetes y cuentos) estén a su alcance, para que sean ellos los que decidan con qué jugar y con qué aprender. Además, los materiales tienen que estar diseñados para que el niño sepa por sí mismo cuándo comete errores, y que, así, sea responsable de su propio aprendizaje. De esta forma, el adulto se limita a observar, acompañar y estimular al niño.







Otro de los elementos clave de este método educativo es la separación de los alumnos por grupos de edades, en períodos de 3 años. Los grupos serían los siguientes: de 0 a 3 años, de 3 a 6 años, de 6 a 12 y, por último, de 12 a 18. Cada uno de estos grupos reciben un currículum distinto de aprendizaje, pero nosotros nos vamos a centrar en el primero.

Desde el nacimiento hasta los 3 primeros años de vida, la mente de los niños absorbe con mucha facilidad experiencias, relaciones, emociones, cultura, lenguaje… Es importante aprovechar este período, en el que, como siempre se nos ha dicho, “la mente del niño es una esponja”. En este período, el método Montessori se centra en el desarrollo del habla, el movimiento coordinado y la independencia.





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