Trastorno del sueño en niños

Principales trastornos

En el primer caso, nos encontramos ante una alteración real en el sueño de los niños, mientras que, cuando hablamos de problemas del sueño, simplemente nos referimos a patrones de sueño que pueden ser insatisfactorios para los padres, el niño o el pediatra. En este artículo, vamos a hacer un pequeño repaso por los principales trastornos del sueño que pueden presentarse a estas edades:

Sonambulismo

Durante el sonambulismo, el niño puede levantarse de la cama y caminar sin ser consciente de lo que hace. Mantiene los ojos abiertos, y puede hablar de forma ininteligible. Es difícil despertarlo, y no suele recordar nada. A veces, pueden llegar a orinar fuera del inodoro. Una solución para estar más tranquilos puede ser simplemente colocar una campanilla en la puerta del dormitorio del niño o en la puerta principal, para poder escuchar si las abre.

Pesadillas

Cuando ocurre una pesadilla, el niño se despierta con miedo recordando lo que ha soñado. Debemos diferenciarlas de los terrores nocturnos, en los que el niño se despierta en estado de pánico, pero no recuerda nada. Las pesadillas ocurren en hasta uno de cada dos niños.

Bruxismo

El bruxismo consiste en que el niño, mientras duerme, aprieta o rechina los dientes sin darse cuenta. De hecho, puede suceder también cuando está despierto. Este trastorno requiere una especial atención, ya que puede dañar considerablemente la dentadura del niño. Será necesario acudir al odontólogo si detectamos este problema.

Somniloquia

El niño habla en sueños. Puede ir acompañado de gritos, llantos o risas, y se presenta en el 50% de los niños entre 3 y 10 años.

Jactatio capitis

También se conoce como sacudida de la cabeza. Es un fenómeno médico que se refiere a un movimiento repetitivo e involuntario de la cabeza. Es más común en bebés, y puede suponer un motivo de preocupación para los padres.

Es importante que creemos hábitos de sueño saludables que ayuden a nuestros pequeños a dormir mejor. Puede ayudar establecer una rutina que cumplamos siempre, que incluya también la siesta (la cual no debería durar más de dos horas). La hora de irse a dormir variará en función de los niveles de energía y de la edad, pero la rutina puede incluir elementos como:

- Darle un baño
- Ponerle el pijama
- Atenuar las luces
- En su caso, darle el pecho u ofrecerle un biberón
- Ajustar las luces para que sean tenues
- Ayudar a que se relaje con caricias, cantándole o acurrucándole
- Leerle un cuento

Es importante que sigamos unas buenas rutinas de sueño, y que vigilemos y detectemos a tiempo cualquier trastorno del sueño que pueda hacer que el niño no descanse en condiciones. Estos trastornos pueden provocar irritación en el bebé y en los padres, e incluso llegar a provocar en el primero ciertos problemas de salud, como es el caso del bruxismo. Por supuesto, lo mejor es que acudamos al pediatra ante cualquier duda.

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