Cuando la vocación es fuerte, solo falta encontrar la oportunidad adecuada para convertirla en una profesión. Ese fue el caso de Mayte, alumna del curso de Animación Social con Personas Mayores de Formación Activa Profesional. Tan buena fue su actitud, que su centro de prácticas no tardó en ofrecerle un contrato, y actualmente ya trabaja en otro centro del mismo grupo. En esta entrevista, nos cuenta cómo llegó al curso, qué significó para ella la formación, cómo vivió sus prácticas... y cómo ese camino la ha llevado a empezar un nuevo trabajo como animadora en una residencia.
“Siempre lo había hecho por mi cuenta. Ahora me sirve para trabajar.”
“Yo estaba buscando hacer algo porque hacer algo con ancianos para algo superior al título de monitor de ocio y tiempo libre que ya lo tenía. Vi que era una buena oportunidad, que se podía hacer online, que en ese momento para mí era muy importante, y por eso me decidí por vosotros.”
La historia de Mayte con la animación social viene de lejos. Su experiencia como voluntaria en la asociación Azabache, dedicada a actividades de ocio con personas con discapacidad, le había despertado una vocación clara:
“No es lo mismo, pero es bastante parecido en algunas cosas. Antes lo hacía por mi cuenta, en mi tiempo libre, y ahora me vale para trabajar. La verdad es que yo he sido toda mi vida comercial, pero siempre estaba haciendo ocio y tiempo libre para la gente.”
Formación de calidad y acompañamiento cercano
En cuanto a la parte práctica, Mayte destaca la calidad y la estructura de los contenidos, especialmente la posibilidad de seguir las clases en directo o en diferido:
“La parte teórica del curso es una pasada. A mí me parece fenomenal la manera en la que está estructurado el curso. Sobre todo me gusta mucho que, aparte de haber clases en directo, luego también las puedes ver en diferido. Es verdad que es una maravilla. Mi profesora Candela Poo ha sido una ayuda constante y bueno, la verdad es que me ha gustado muchísimo.”
La experiencia en las prácticas
Cuando le preguntamos por las prácticas, Mayte no duda en mostrar su entusiasmo:
“Pues yo creo que he tenido mucha suerte. He hecho las prácticas de 15 días en la residencia del grupo Albertia en Moratalaz, y la verdad es que he sido súper bien recibida, tanto por la dirección como por la persona, en este caso Clara, que era mi tutora de las prácticas en la residencia. He ido haciendo con ella las actividades según las tenían planeadas y demás. Hemos hecho bingos con la gente del centro de día, he acompañado también a ratos en terapia ocupacional, hemos hecho alguna fiesta que otra, y estuve haciendo una clase de musicoterapia con otra de las personas que lo hacen, que se llama Claudia, hicimos una especie de juego de adivinar las canciones de Eurovisión, está muy chulo”
Del aprendizaje al empleo
La actitud de Mayte fue tan positiva que, antes de terminar las prácticas, ya surgió una nueva oportunidad:
“Acabé las prácticas y ya me dijeron que les hacía falta un animador en otra de las residencias que tiene el grupo en Ventilla y bueno, pues empiezo el viernes, día 30, y espero que se me dé igual o mejor que en las prácticas.”
(Mayte comenzó en su nuevo empleo el pasado 30 de mayo).
La próxima historia de éxito puede ser la tuya
Si tú también sientes la vocación de acompañar y animar a personas mayores, puedes formarte de forma online y práctica, como Mayte, en nuestro curso de animación Social con Personas Mayores.