¿Por qué la educación canina amable es la mejor opción?

La educación canina amable consigue una conexión muy fuerte entre humanos y perros, basada en el respeto mutuo y, lo más importante, en la eliminación del castigo como herramienta de enseñanza.
Esta corriente tiene cada vez más fuerza en el mundo de la educación canina por los beneficios que ha demostrado tener en el aprendizaje del perro y, por supuesto, en su bienestar. En este artículo vamos a contarte más en profundidad qué es el adiestramiento canino en positivo, y las ventajas que aporta.

¿Qué es la educación canina amable o adiestramiento canino en positivo?

De forma tradicional, el adiestramiento de perros a menudo implicaba forzar al animal a realizar ciertas acciones o conductas, a veces recurriendo al castigo. Esta práctica, desagradable para los perros, podría dañar la relación entre el adiestrador y el perro, generando altos niveles de estrés y ansiedad en el animal.

La educación canina amable introduce la eliminación del castigo como punto fundamental, optando en su lugar por refuerzos positivos cuando el perro se comporta según nuestras expectativas. El refuerzo puede venir de distintas formas, como caricias, juguetes, snacks o premios. Para hacerlo bien, es esencial entender cómo se comunica el perro a través de su lenguaje corporal, respetar sus instintos y formas de actuar naturales, y tener en cuenta su ritmo para aprender, su edad, lo que le gusta y lo que le preocupa, entre otras cosas.

Cuando adiestramos a un perro, es esencial hacerlo con el máximo respeto hacia el animal. Este principio es la base del éxito y la apreciación que recibe el adiestramiento canino en positivo.


Ventajas del adiestramiento canino en positivo

El adiestramiento canino en positivo tiene muchas más ventajas que inconvenientes. La principal es, como mencionábamos antes, el bienestar del perro y la ausencia del miedo o el estrés como herramientas. Aquí os contamos algunas más:

Un vínculo humano-animal más fuerte

El vínculo con nuestro perro se verá muy fortalecido, por razones evidentes. Las herramientas que utilizamos son elementos que el animal disfruta. El perro confiará más en nosotros, y el vínculo afectivo será mucho más fuerte. Además, se comunicará mejor con nosotros.

Podemos implicar a los dueños en el adiestramiento

No solo el adiestrador interactúa con el perro. El adiestrador puede transmitir a los dueños ciertas pautas a seguir para que ellos puedan continuar con el entrenamiento. De esta forma, el adiestramiento se convierte en un proceso continuo en el que los dueños tienen un papel muy importante.

Toda la familia puede aportar

En este tipo de educación canina, todos los miembros de la familia pueden tomar un papel proactivo y participar de una forma amistosa y satisfactoria en el proceso.

La principal ventaja: la felicidad del animal

Por supuesto, si una ventaja destaca sobre las demás es el bienestar y la felicidad del animal. Nos encontramos ante un método amable que, a través de refuerzos positivos para el animal, nos permitirá disfrutar de una situación satisfactoria tanto para él como para nosotros. Además, los objetivos típicos del adiestramiento canino (como mejorar ciertas conductas, evitar tirones en los paseos, etc.) son más fáciles de asimilar por el animal cuando este se encuentra feliz. Si los refuerzos que utilizamos cuando hace algo bien le provocan felicidad o bienestar, el perro tendrá más ganas de repetir esas conductas.


Con todo lo que hemos mencionado, queda bastante claro que la educación canina amable es el mejor método, tanto para nuestra mascota como para nosotros. Si quieres convertirte en Educador Canino con el respeto al animal como bandera, en Formación Activa Profesional encontrarás la mejor opción del sector. Contamos con un curso pionero en sus métodos y contenidos, con unas prácticas presenciales que, sin duda, son nuestra mejor seña de identidad.







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